Mitos, sagas, leyendas, cuentos y otras manifestaciones del folklore coinciden en su significado profundamente enraizado en la naturaleza humana, de forma que sus imágenes y símbolos constituyen un recurso del hombre para entenderse a sí mismo y al mundo que lo rodea.

Sin embargo, existen diferencias notables entre ellas:

El mito tiene una naturaleza religiosa y trata fundamentalmente de los dioses y las cosas del otro mundo
la saga es más racional y creíble. Se enraiza en el devenir histórico y está protagonizada por el mundo aristocrático (reyes, caudillos...). Frecuentemente tiene un final trágico.
El cuento, sin embargo, se centra en lo fantástico e irracional. Su ámbito es el mundo poético y siempre presenta un final feliz.

Entre todos los tipos de cuentos, el cuento maravilloso o cuento de hadas es el más antiguo y el más cercano a los mitos. Por eso, inicialmente, las evidentes semejanzas entre determinados  mitos y cuentos hicieron pensar  que ambos buscaban dar una explicación mágico-religiosa del mundo, como afirmó la escuela mitológica.