Dánae y el nacimiento de Perseo.

Cuenta Higinio (Fábulas, 63) que Acrisio, Rey de Argos (ciudad considerada como la más antigua de Grecia), al tener sólo una hija, Dánae, fue a consultar a un oráculo cómo podría tener un heredero varón. Éste le dijo que no tendría hijos varones, aunque sí un nieto que, fatalmente, le habría de matar. Para escapar a la profecía, Acrisio encerró a Dánae en un calabozo de bronce. Sin embargo no pudo impedir que Zeus, dios del Cielo y de la Luz, entrase en forma de lluvia dorada por una grieta, cayese sobre la joven y la fecundase. Al enterarse Acrisio de que Dánae había tenido un hijo, los encerró a ambos en una arca de madera y la tiró al mar. El arca fue a la deriva hasta que cayó en las redes de un pescador que los rescató

 La hija del Sol

He aquí que en aquellos tiempos

en que había siete vientos:

tres buenos, tres malos

y el que mató a María Sarmiento....

...vivían unos Emperadores que tenían una hija. Y de chiquitilla le leyeron el sino. Y salió que antes de ser casada, iba a quedar embarazada. Y los padres, por evitarlo, la subieron a lo más alto del castillo.

Pero, estando un día, sentada en el balcón, con un rayo de sol se quedó embarazada. Y tuvo una niña. Y los padres, por que no dijeran que había tenido un hijo soltera, pusieron a la niña en un cestito y la echaron por el río abajo.

En aquel río había unos molineros que no tenían hijos ninguno y, cuando la vieron tan chiquitilla, la recogieron. Y la cuidaron como una hija....